Las cosas habían cambiado bastante y no para bien para Ruth. Después de la paliza que Conchita le propinó en su feroz pelea en una excursión por el campo(
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Para mas desgracia su pelea con su cuñada Conchita había sido tema de conversación de toda la familia lo cual hacía que se sintiese profundamente avergonzada . Las sonrisas burlonas de todos eran habituales en las reuniones familiares cuando las veían juntas.
Conchita era la mujer del hermano de Ruth y a esta última nunca le había caído excesivamente bien, menos aún después de su enfrentamiento sus consecuencias.
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Ruth notaba también que la actitud de Darío hacia ella era muy fría. Apenas le hablaba después de la zurra que le dio Aurora y estaba claro que se avergonzaba de estar con una perdedora. La vida se le había complicado mucho en todos sus aspectos y buscaba la forma de revertir esa situación. Sabía que tenía que cambiareel estado de las cosas y rabiaba por dentro buscando la fórmula.
Así estaban las cosas cuando un domingo Darío invitó a Conchita y su marido a pasar el día en la finca familiar. Antes de que llegasen ,Ruth se acercó a su marido y le sorprendió diciéndole:
-Prepárame una pelea hoy con esa perra de Conchita..........
Darío sintiendo la excitación del momento,le contestó:
-Lo haré si tu quieres,pero asegúrate bien de no volver a cagarla y dejarme en ridículo.
-Tranquilo, llevo esperando mucho, ella solo tuvo suerte a esta la voy a reventar.......
No tardó en llegar Conchita acompañada de su marido. Darío les recibió y les invitó a tomar asiento en la parte baja de la casa. Allí les invitó a tomar asiento y a beber una copa, mientras empezaban a charlar animosamente. Fue en ese momento cuando Conchita dijo:
-Bueno y ¿ruth?¿Donde está?. Desde que la di la tunda no se la ve el pelo.
-Está en la casa arriba.....ahora vendrá
Y despúes añadio:
-Hablando de eso............Ruth me ha comentado que solo tuviste suerte y que te va a calentar cualquier día..............¿te atreverías?.
Conchita miró a Darío con expresión que este no supo interpretar. Por un lado parecía enojada por la proposición, pero también le brillaba el ardor guerrero en sus ojos.
-Claro que me atrevo, y si puede ser aquí y ahora la pelea...............mejor.
Darío no perdió el tiempo y fue en busca de Ruth. Esta estaba durmiendo y descansando un poco así que Darío la despertó.
-Vamos despierta ,Conchita está abajo y está dispuesta a la revancha, así que espabílate y demuestra quien es más hembra.
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Darío abandonó la habitación y dejó allí a Ruth preparándose. Se dirigió a la parte de abajo y acompaño a Conchita a otra habitación para que se pusiese cómoda y se preparase.
Mientras las dos hembras se disponían para la batalla en sus cuartos, Darío le comentó a su cuñado:
-¿que te parece el plan?
-Fenomenal, me parece un plan perfecto para hoy eres un artista.-le dijo este
Mientras los maridos hacían sus pronósticos para la pelea, apareció Ruth.La rubia estaba imponente, llevaba el pelo recogido en una cola y lucía un bonito bikini de color blanco. Justo cuando Ruth llegó donde estaban los hombres apareció Conchita.
Esta no se había cortado en lo que a vestirse se refiere y únicamente llevaba una falda vaquera minúscula, se había quitado todo lo demás ,mientras sus pequeñas y firmes tetas quedaban al descubierto. Darío observó además que no llevaba bragas y se le veía todo, lo cual le hizo sentir un brote de admiración hacia la rival de su esposa.
Cuando las dos mujeres se vieron ,se cruzaron una intensa mirada glacial en la que quedó claro el desprecio que sentían la una hacia la otra y así en unos segundos cargados de tensión se sostuvieron sus duras miradas. Fue Conchita quién rompió el silencio.
-Así que has venido a por más leña putita tonta.
Ruth no contestó, pero empezó a caminar hacia su rival que también hizo lo mismo. Sin embargo Dario se interpuso y dijo:
-No peleareis aquí que no quiero que me rompáis la casa. Salgamos al jardín.
Los cuatro se dirigieron al jardín y Darío les guio hasta la parte del césped que mas embarrada estaba. Hacía un buen día ,aunque días atrás había llovido fuertemente con lo cual esa parte estaba especialmente embarrada. Una vez allí les dijo que sería el árbitro y llamó a las rivales.
-Hay una única regla en esta pelea, la única regla es que no hay reglas ¿entendido?.
Ambas chicas asintieron,mirándose mal, muy mal...........
-Colocaros culo contra culo y espalda contra espalda ,contaré hasta tres caminareis tres pasos y cuando termine os daréis la vuelta y empezará l combate ¿OK?.
-De acuerdo -dijo Ruth.
-Perfecto,-añadió su enemiga.
-No me parece bien que conchita esté en topless y Ruth no,que se quite la parte de arriba del bikini-dijo el marido de Conchita.
-Tiene razón Ruth, las tetas al aire ,vamos..........-añadió Darío.
Ruth obedeció y se quitó el sujetador dejando sus tetas al aire. Algo más grandes que las de la otra rubia, las tetas de Ruth eran más caídas, menos tersas y rellenas y Ruth se dio cuenta enseguida de que la admiración la despertaba su rival y enrojeció sintiendo que su marido y su propio hermano la consideraban inferior en pechos.
Darío llamó a las dos hembras y estas se colocaron en la posición que este les había indicado con sus espaldas y sus culos juntos.
-UNO-y ambas dieron un paso adelante
-Dossssss.............-y ellas continuaron andando.......
-y tres a pelear-gritó Darío.
En ese instante se dieron la vuelta y se lanzaron la una sobre la sobre la otra. Instantáneamente se agarraron de los pelos salvajemente, y se agacharon al unísono mientras estiraban el pelo de su oponente. En esa posición empezaron a girar y a intentar golpearse ,aunque con escaso éxito. Los primeros compases del duelo eran muy igualados, ninguna parecía tomar la delantera y ambas eran conscientes de ello así que Conchita decidió darle un giro a la pelea y de una zancadilla consiguió que ambas cayeran al barro.
Las dos empezaron a rodar agarradas de los pelos y enganchadas como gatas salvajes mientras trataban de tomar ventaja sobre su adversaria. Pronto las dos estuvieron llenas de barro completamente algo que le daba un matiz aún mas morboso a la ya de por sí morbosa pelea.
Poco a poco empezó a quedar claro que el barro beneficiaba a Conchita que poco a poco empezó a tomar ventaja. Logró colocarse a la espalda de Ruth con u pecho y con bastante esfuerzo logró pasar sus piernas sobre la cintura de Ruth aplicándole una llave poderosa. Ruth empezó a ponerse nerviosa y trató de forcejear pero se dio cuenta de que su situación era difícil ,así que trató de usar sus brazos libres, aunque de una forma previsible con lo que a Conchita le resultó fácil esquivarla.
Aguantándole la llave con su brazo suelto empezó a golpear la cabeza de Ruth. Los golpes no eran demasiado fuertes ,pero sí numerosos así que empezaban a hacer mella en la otra rubia.
Por segunda vez Darío sintió admiración por Conchita y esta vez también una punzada de excitación al verla en el barro pegando a su mujer mientras mostraba su potente conejo al aire.
En uno de esos golpes que caían sobre Ruth esta reaccionó y agarrando el brazo de Conchita la mordió con tanta fuerza que esta no tuvo más opción que soltar la llave que mantenía sobre la rubia.
Ambas se pusieron en pie y empezaron a caminar en círculos mientras recuperaban un poco de aire.Las dos estaban irreconocibles totalmente llenas de barro y rabiosas además.
La calma duró poco ya que rápidamente volvieron a la carga, aunque esta vez no se agarraron de los pelos sino que empezaron a intercambiar golpes. Las patadas, bofetadas y puñetazos iban y venían y en un primer momento se vio que Ruth tenía ventaja al ser más alta y parecía imponerse.
Había llegado claramente al rostro de su rival en un par de ocasiones y del labio superior de Conchita empezó a salir sangre. Conchita lanzaba sus puños, pero los brazos más largos de su contraria la mantenían a raya y a pesar de sus esfuerzos recibía bastante más de lo que daba. Conchita estaba recibiendo una golpiza pero seguía peleando furiosa, estaba claro que Ruth boxeaba mejor, sin embargo también una cosa quedó clara. A pesar de estar siendo atizada la capacidad para encajar de Conchita no era inferior a la de Ruth y así inició su contraataque hacia su rival.
Ruth empezó a dudar de si había acertado buscando otra vez una pelea ante una rival que parecía muy decidida y sintió una oleada de miedo al ver la rabia que se veía en el rostro de Conchita. El recuerdo de Conchita zurrándola aquel día volvió a su cabeza y en un acto de cobardía se dio la vuelta y corriendo empezó a huir.
Pero su rival no le dio respiro y comenzó a perseguirla gritándole:
-No huyas cobarde, ven aquí puta.
Ruth no hizo caso y olvidando que su marido y su hermano miraban decepcionados su escapada se concentró en correr. Los dos hombre miraban por atrás la persecución, viendo el flácido culo de Ruth bamboleándose y el redondo de Conchita moverse rítmicamente , la cazadora y la presa. La mujer de Dario lo daba todo para alejarse de Conchita pero se vio que su rival era más rápida que ella y en unos veinte metros de carrera la alcanzó justo en el lugar donde una valla marcaba el fin de la finca .Acorralada contra la valla y con Conchita cerrándole la huida, Ruth intentó un ataque suicida y alocado contra su rival que Conchita intuyó antes de tiempo y esquivó fácilmente. En ese momento Conchita le dio tal patada en el coño que levantó a Ruth del suelo y la dejó postrada en el suelo de rodillas.
Ruth sintió un intenso dolor y perdió durante un momento de vista a su rival y cometió un grave error ,pues Conchita había cogido una silla de madera que había por allí cerca y justo cuando Ruth hacía amago de levantarse su cuñada le golpeó con la silla en la espalda, derribándola de nuevo.
Cogiéndole de los pelos, Conchita empezó a arrastrarla por el barro hasta el lugar donde se había iniciado la pelea mientras Ruth intentaba levantarse y gritaba pidiendo ayuda, aunque presentía que no la iba a recibir. Por contra Conchita cubierta de barro, estaba desatada y dispuesta a acabar con su odiada enemiga y terminó de arrastrarla por todo el camino que Ruth había recorrido en su fracasada huida.
Entonces azotó a Ruth violentamente contra el barro y empezó a descargar sobre la rubia una catarata de patadas buscando la cara y el sexo de una Ruth que solo podía cubrirse malamente y gritar.
En un momento dado la loba de Conchita se detuvo, respiró y tomando un poco de aire se sentó sobre la espalda de Ruth. Subiéndose un poco la pequeña falda y dejando su casi depilado coño de nuevo a la vista de quien quisiese admirarlo ,rompió la braga de Ruth y sentó su coño sobre el culo de la rubia. Con sus rodillas sujetó los brazos de Ruth y con ambas manos empezó a hundirle la cabeza en el barro tratando de ahogarla. Pero Ruth se retorcía salvajemente y se debatía de tal forma que consiguió darse la vuelta, quedando boca arriba.
Rápidamente Conchita sentó su culo redondo y sexual sobre las tetillas de Ruth y sin dejarla reaccionar la sujetó los brazos bajo sus rodillas, contra el barro.
Allí mientras con una mano sujetaba la cabeza de Ruth con la otra le daba bofetadas que más que dolorosas eran humillantes, sobre todo por los comentarios que encima le dedicaba:
-Eres una mala puta jaja no te puedes comparar a mí tonta...…
Y más bofetadas y más pataleos de una Ruth que intentaba sin éxito soltarse y salpicaba barro en todas direcciones.
-Otra vez humillada delante de tu marido, debería darte vergüenza, payasa, no vales nada.
Y continuó golpeando a la ya bastante tocada de por sí Ruth que volvía a rememorar la primera pelea y la cara de vergüenza de su marido. levantó un par de veces las piernas intentando descabalgar a su rival, que la mantuvo controlada con cortas y secas bofetadas. Cuando dejó de golpearla Conchita ,susurró al oído de Ruth:
-Ahora dará comienzo el peor de tus viajes cariño........
Miró a los hombres y vio la admiración en los ojos de su marido y no solo eso, sino en los de Darío lo cual la motivó aún más. Miró con desprecio a su rival. Ruth estaba castigada con los atrapados brazos extendidos en cruz, ideal para los propósitos de Conchita, así que esta sin esperar más la dio una bofetada para espabilarla. Cuando la rabiosa y llorosa Ruth la miró, se preparó para el último acto supremo.
Subiéndose un poco la falda y mirando a los hombres con gesto lascivo sentó su sonrosado coño sobre la cara de Ruth. Conchita quería someter y humillar del todo a Ruth delante de su selecta audiencia y se dispuso a cumplir su cometido:
-Vamos perra comételo todo.
A Ruth le quedaban pocas fuerzas, había perdido la pelea y notaba el cocho de su domadora apretado contra su boca. Hizo un último intento por soltarse, pero un rápido puñetazo de Conchita la rindió del todo y no le quedó otra que cumplir las ordenes de Conchita y superando el asco que sentía empezó con locos golpes de lengua a cumplir su cometido. Hechizados los dos hombres contemplaban la escena excitadísimos viendo como Ruth mamaba, su lengua subiendo y bajando por el abierto coño y Conchita gemía loca de placer. Cinco minutos después los gemidos de Conchita se hicieron cada vez más intensos y en ese momento llegó a un orgasmo que le pareció un terremoto, mientras Conchita temblaba golpeando su vulva y sus culo incontroladamente contra la cara de la perdedora.
Un minuto tardó la rubita en recuperarse y cogiendo aire y dijo:
-Buen trabajo puta.........-y siguió sentada sobre Ruth que solo lloraba agotada y vencida, consciente de la humillación sufrida.
Los hombres se acercaron y Conchita al fin se incorporó,lo cual aprovechó Darío para darla como vencedora.
-Bueno Ruth parece que Conchita tenía razón...............-dijo Dario-Ella es la hembra dominante aquí.
Pero Ruth estaba demasiado humillada,sometida y zurrada para contestar. Darío felicitó a Conchita y su marido,encantado con el espectáculo presenciado. Les acompaño a la casa donde Conchita se duchó antes de irse y le dijo a Darío:
-Llámame un día de estos que quiero mi premio, ¿vale?.
-Sin duda lo haré, loba que eres una loba........
Solo cuando la otra chica y su hombre se fueron salió Darío a por Ruth. Allí seguía tirada llorando en el barro.
-Lo siento ........-gritó Ruth.
Darío la miró con desprecio y solo le tiró algo de ropa, mientras muy serio afirmaba:
-Te dije que esta vez fueras la gata.
Ruth levantándose con dificultad empezó a gritar:
-A sido suerte, ha tenido suerte!.
Y Dario sin contestar se metió de nuevo en la casa, sonriendo por dentro.
FIN
